El Covid-19: Ética, política y responsabilidad ecologíca

 


Se esperaba que en esta pandemia se favoreciera al medio ambiente ya sea por la disminución del tráfico vehicular y el cierre de fábricas, sin embargo, la situación empeora y la ética está perdida y no hacemos preguntas como: ¿Qué sucede con el medio ambiente y cómo se relaciona con el COVID-19? ¿Se puede hacer algo para lograr un cambio? Hay demasiadas preguntas y pocas acciones.

En esta pandemia se utilizan más plásticos y el 75% de éste llegan a mares, vertederos y océanos, representando una amenaza grave para la economía y los ecosistemas.

 

Los efectos negativos indirectos de los deshechos de plástico para la pesca, el turismo y el transporte marítimo, suman unos 40,000 millones de dólares en perdidas cada año, calcula el programa de la ONU para el medio ambiente.

En un primer momento la pandemia provocó una caída drástica de hasta un 50% en la contaminación de algunas de las grandes ciudades del mundo, pero esto no duro mucho tiempo, pues hubo una producción masiva de plasticos y medidas como el cubrebocas, botellas gel antimaterial, pruebas PCR, caretas y principalmente deshechos médicos. Un ejemplo de esto fue en Wuhan, China, los desechos médicos aumentaron 6 veces a 240 toneladas por día durante la pandemia, sobrecargando la capacidad de incineración de la ciudad de 49 toneladas diarias. Un solo hospital en Jordania produjo 10 veces más deshechos médicos por día, con solo 95 pacientes. Incluso llegando a colapsar sistemas de reciclaje en todo el mundo. Esto nos deja muy claro que no estábamos preparados; lamentablemente esto dejará huella para el futuro.

Hay tanto plástico en el mar que se han formado 5 descomunales islas o más bien manchas que no paran de crecer porque cada año se tiran más de 8 millones de toneladas de plásticos. La más grande es la del pacifico norte que se calcula que reúne más de 2 millones de piezas de plástico, 10 veces más unidades que estrellas en la vía láctea; se extiende en una superficie en un aproximado de 3 veces Francia.

Lo lamentable es que ningún país está dispuesto a asumir los costos de retirar esas exorbitantes cantidades de desperdicios.

“El cambio climático se debe a la actividad humana”. – Svante Arrhenius.

El 22 de abril del 2021 se realizó el primer tratado medioambiental de América latina y el caribe llamado escazu, éste dice que las decisiones que afecten al medio ambiente deben tomarse de la mano con los ciudadanos, pero no solo algunos países deben hacer algo ya que esto no es una reflexión personal es una universalización y debe ser una ética global.

Puedo concluir que una solución podría ser que los gobiernos mundiales tengan como propósito guiar a los ciudadanos a seguir medidas de cuidado ambiental, ya que esto se puede conseguir, así como pusieron reglas y medidas para el COVID-19 que nos está matando también pueden hacer lo mismo para esta situación que puede llevarnos a la extensión.

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